Feeds:
Entradas
Comentarios

¡Paz por piedad!

Basta ya de destrucción.
Cesen guerras e intolerancia.
La humanidad, en compasión,
alce la voz en concordancia.

En cada ser anide la piedad.
Concluya por siempre la crueldad.
Surja el amor en hálito de bondad.
¡Viva en paz la humanidad!
Autor: Estela Foderé

Depresión perversa


Acróstico

Dominada por la consternación
Entraste con tu corazón frío
Para apoderarte de mi alma.
Rompiste cruelmente mi magia,
Entraste como una asesina
Socavando mi dulce alegría.
Infame, siniestra, perversa:
Olvidaste que soy guerrera
No pienso darte tregua…

Píntame en la cara una mueca,
Estrenaré una sonrisa con ella,
Romperé tu nefasto intento.
Vete que aquí no tienes sustento.
Échate a volar por el desierto.
Rueda y enróscate como serpiente.
Saltaré de alegría al no verte.
Aniquilada estarás en mi mente.

Autor: Estela Foderé

Oda al invierno

Plácidas ramas desnudas
se yerguen hacia el cielo.
No hay cobijo para nidos
y no cantan los jilgueros.
Mas, el ave no se intimida
y brega en busca de comida.
En las álgidas alboradas,
el sol, en niebla arrebujado.
Si no hay bruma, aparece,
y la escarcha resplandece.
Cuelgan los carámbanos
en los árboles ateridos.
Mira cómo esplende el acebo
entre diamantes de hielo.
Serán más dulces las naranjas
con unos grados bajo cero.
No es sombrío el invierno.
Es transcurso de espera
hasta que rebose la primavera.
Autor: Estela Foderé

Abril, otoño.

Delicioso ensueño es abril,
todo se viste de amarillo.
el entorno me brinda brillo,
como un encendido candil.

Es un ensueño tan sutil,
ver cómo se inclina el zarcillo,
talmente si fuese un chorrillo,
deslizando sus hojas mil.

Con favor de brisa febril,
una alfombra construye ardil
adornando de oro el camino.

Abril me hizo excelso sendero,
mi andar será más placentero,
y garbo mi paso cansino.

Autor: Estela Foderé

Tus ojos de cielo

Tus preciosos ojos celestes,
como dos pedacitos de cielo,
me miran muy tristemente
desde el sillón de terciopelo.

Yo tecleando muy indiferente
no percibo tu insistencia.
Sólo letras en mi mente:
ignoro tu frágil existencia
.

Te acomodas ya resignado
y te estiras en un bostezo.
En silencio y aburrido
dormitas aquí a mi lado.

Esperas de mí, caricias.
Mi tibieza es tu delicia.
Que mi mano se deslice
por tu pelo blanco y suave.

De pronto das un salto,
en mi falda te acomodas.
Atrevido y sin demoras
arrebatas mi cariño.

Ronroneos y morrongos
todo junto a la vez.
Compañero de mis noches
es mi viejo gato siamés.
Autor: Estela Foderé

Lágrima densa

Décima espinela

Es cuando el alma se tensa,
es cuando el pecho se oprime,
lo que la tristeza imprime,
es trazo en lágrima densa.

Esta soledad inmensa
sin ecos breves que troven.

Ni el compás de Beethoven
palia el silencio que azora;
falta el brazo que se añora
ternuras vivas arroben.
Autor: Estela Foderé

Llora sirena, llora

Gime sirena, gime
en lo profundo de la mar,
esperando al marinero
que no te pudo amar.

Tu clamor es un lamento
que el oleaje arrastra,
y en la espuma de la marea
viaja tu ulular con el viento.

Entre medusas y caracolas,
escondes tu amarga pena.
Sin abrazos ni besos,
duermes sola sobre la arena.

Llora sirena, llora…
reclinada entre las ostras.
Las gotas de tus lágrimas
serán mañana perlas negras.

Autor: Estela Foderé

  Hogaza del alma

(Soneto con rima francesa)

Mirad el cielo como se oscurece,
un oscuro nubarrón abalanza;
pero en el horizonte resplandece,
una luz que nos ofrece esperanza.

Hay que resistir, es nuestra herramienta.
Mañana ya tendremos evidencia.
Al hacer frente a la negra tormenta,
anegará de paz nuestra existencia.

Dios, el Señor, es quien nos da templanza,
hogaza que alimenta y nutre el alma,
ilumina el camino de bonanza.

El único que procura confianza.
Nos va envolviendo en su sagrado manto,
para que cese por fin nuestro llanto.

Autor: Estela Foderé

Limpieza interior

Hacer limpieza de mi interior estoy necesitando.
Tirar algunos pensamientos indeseados.
Lavar algunos tesoros que estaban algo oxidados.
Entonces saqué del fondo de los cajones,
recuerdos que no uso y no quiero más.
Tiré afuera algunos sueños, algunas ilusiones.
Papeles del pasado que nunca usaré,
sonrisas que nunca di.
Tiré fuera la rabia y el rencor.
Y las flores marchitas
dentro de un libro que nunca leí.
Quedé sin paciencia.
Saqué todo dentro de mi armario interior
y lo fui tirando al suelo.
Pasiones escondidas, deseos reprimidos,
palabras horribles que decir, nunca hubiera querido;
recuerdos de un día triste, heridas del pasado.
Me senté en el suelo, para escoger lo más preciado.
Arrojé directo al tacho de basura

los restos de un amor que me hirió.
Tomé las palabras de rabia y dolor
que estaban encima del estante,
y las tiré fuera en el mismo instante.
Otras cosas que aún me hieren,
las coloqué en un rincón,
para después ver lo que haré con ellas:
si las olvido o las envío para el basurero.
Había en aquel rinconcito, en aquel cajón
donde uno guarda lo más importante:
amor, alegría, sonrisas, un poco de fe.
Las ordené para momentos que las necesite.
Recogí con cariño el amor encontrado.
Doblé ordenaditos los deseos,
coloqué perfume en la esperanza.
Lustré el estante de mis metas
y las dejé a la vista para no olvidarlas.
Coloqué en los estantes de abajo
algunos recuerdos de la infancia.
En el cajón de encima, las de mi juventud
y colgado bien a mi frente,
coloqué mi capacidad de amar.
Y principalmente, las de recomenzar
cada mañana con amor.
Autor: Estela Foderé
Lo escribí en 1.997.
Ambula en la red como anónima, pero es de mi autoría.

Levantar vuelo

Cuando pones tu proa
fijando la mira hacia un ideal,
persiguiendo sueños
en el ancho mar de la vida.
Cuando la esperanza
puede ser concebida,
palpando ilusiones
íntimamente guardadas;
no importa el tiempo vivido,
no importa la edad.
Puedes levantar vuelo,
elevar y atrapar sueños
con absoluta libertad.

Autora: Estela Foderé